El Hostal

La Casona de San Jerónimo SANTIAGO DE CUBA está situada en pleno corazón turístico de la ciudad

La Casona de San Jerónimo SANTIAGO DE CUBA está muy bien situada, a tan solo 200 metros del paseo peatonal de Enramadas (calle en donde se concentra la oferta de comercios, cafeterías y restaurantes).

La Casona de San Jerónimo SANTIAGO DE CUBA está ubicada en la punta de una de las tantas lomas que conforman la geografía santiaguera, puede resultar molesta si vienes caminando y con mucho equipaje, pero también puede resultar encantadora cuando echas la vista a lo lejos y ves el mar y el sol que ya se esconde para darle lugar a la noche. La habitación es amplia, cómoda, fresca y da a una terraza que la comunica y separa de la calle. Es una calle transitada durante el día que le regala al visitante un poco de tranquilidad a la noche, pero no olvide viajero que está en el centro de Santiago de Cuba y desde temprano cantarán los pregones más disímiles, y los niños pasarán bulliciosos para ir a la escuela y un vecino le gritará al otro para avisarle que ya están vendiendo el café en la bodega. 

La Casona de San Jerónimo SANTIAGO DE CUBA es amplia y agradable, llamando la atención la ausencia de ruidos urbanos. Salvo el canto de algún gallo, la paz nocturna es absoluta. Lo que no deja de sorprender ya que está situada junto al puro centro. Sus dos habitaciones son amplias y agradables, situadas para hacer la vida en el viejo patio al estilo español. La habitación dos resulta espectacular por su enorme tamaño y por estar al fondo del patio (lo que le da una gran privacidad). Si con todo esto decide venir a nuestra casa, siéntase desde ya bienvenido.

La propietaria, es una persona especial y carismática, bióloga (especialista en zoología) y resulta ser una anfitriona prudente y distante a quien le gusta respetar la tranquilidad de los clientes. Ofrecemos al que viene a nuestra casa independencia, tranquilidad y la eterna posibilidad de aprovechar nuestra experiencia en la ciudad para conformar la suya propia pero tampoco olvide que viene a una casa - que será la suya durante su estancia en la ciudad- donde vive una familia con sus quehaceres. 

Así  es la dueña de la casa. Alquila habitaciones desde hace algo más de 14 años y desde entonces lo hace con mucho respeto y cariño. Ella le atenderá, fundamentalmente, y estará a la mano para todo lo que necesite. No es porque sea mi madre pero adora esta ciudad que la vio nacer y la transmite a todo aquel que desee escucharla por un momento. Prepara unos desayunos agradables, porque es el mejor adjetivo: servidos con cariño en la terraza del fondo de la casa, nutritivo y delicioso con la mejor fruta de estación y un café autóctono que le atraerá como canto de sirena hasta la mesa y le dirá ¡buenos días! Zoila, la anfitriona, es la encargada de la parte técnica, de la pequeña comunicación, de algunas traducciones, y también estará por la casa para ayudarles e informarles.